Editorial

La Sociedad de Pediatría Balear (SOPEBA) y la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de las Islas Baleares (APapIB) apoyan la postura de la Asociación Española de Pediatría (AEP), de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), de la Asociación Madrileña de Pediatría de Atención Primaria y de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla La Mancha, ante los rumores existentes en la Comunidad de Madrid sobre la disminución de la edad de asistencia pediátrica en Atención Primaria hasta los 7 años ante la falta de pediatras.

La falta de pediatras, especialmente en Atención Primaria, es un problema también en Baleares, al que desde hace años intentamos poner solución. Pero la solución no pasa por retroceder 25 años (Real Decreto 1575/1993), cuando la edad pediátrica pasó de los 7 a los 14 años, sino en ofrecer otras soluciones buscando siempre la mejor atención posible para el niño: una atención especializada por quienes están formados para atenderlos en todos los niveles asistenciales y en todas las especialidades; es decir, por pediatras. El niño merece una atención tan especializada como el adulto, por médicos formados para hacerla, tanto si tiene 2 como si tiene 12 años. Además, debemos recordar que los niños tienen derecho a ser atendidos de forma diferenciada y separada de los adultos.

Otro aspecto no menos importante es que se rompería la continuidad asistencial pediátrica existente en la actualidad, que hace que los niños sean atendidos desde Atención Primaria a Atención Hospitalaria por pediatras especializados en cada ámbito asistencial.

La propuesta parece un contrasentido, cuando en la Atención Hospitalaria se están atendiendo a niños con enfermedades crónicas más allá de la edad considerada pediátrica en España, hasta los 18 años, según la planificación del propio Ministerio de Sanidad (PENIA II), y a petición de los familiares y las Asociaciones de Pacientes. Cuando además estamos hablando de una Pediatría especializada del Adolescente, ampliando la edad pediátrica más allá de los 14 años como ocurre en otros países (en la mayoría de países de nuestro entorno la edad pediátrica es hasta los 18 años), resulta inconcebible dar este paso atrás.

Por otra parte, esta situación llevará a muchos padres (aquéllos que se lo puedan permitir) a derivar la atención de sus hijos a la sanidad privada dónde sí les atenderán pediatras, rompiendo el principio de equidad, accesibilidad y universalidad de nuestro sistema sanitario público para la población más sensible: los niños.

Como hemos señalado en otras ocasiones, y señalan las Sociedades de Pediatría anteriormente citadas, el problema de la falta de pediatras en Atención Primaria tiene muchas posibles soluciones: ampliar las plazas MIR de Pediatría, cubrir todas las plazas MIR acreditadas, retrasar de forma voluntaria la edad de jubilación, y sobre todo, ofrecer plazas de pediatría atractivas desde el punto de vista profesional y personal, que faciliten la conciliación de la vida familiar y laboral a los pediatras, atrayendo a los pediatras de otros ámbitos territoriales y a los que buscan otras salidas profesionales (por ej. en la sanidad privada) ante las condiciones de las plazas disponibles. Puede haber distintos modelos organizativos para paliar esta deficiencia, pero ninguno debe pasar por no ofrecer a todos nuestros niños, no sólo a los menores de 7 años, la mejor atención sanitaria posible.

Creemos que en nuestra Comunidad Autónoma la sensibilidad de la Autoridades Sanitarias en este tema no llevará a planteamientos que disminuyan la calidad del sistema sanitario público, y en este marco queremos invitar a nuestros responsables sanitarios a reactivar el Plan Estratégico de la Atención Pediátrica en Baleares, marco en el que, con la participación de todos, se pueden buscar las mejores soluciones posibles.